En los extractos de lavanda hay una gran concentración de taninos, flavonoides y ácidos romanírico y ursólico que la componen. Todos ellos con propiedades astringentes, antiinflamatorias y antioxidantes. Por su parte, el aceite de almendras es rico en vitaminas A, B, y E y en proteínas, lo que lo convierte en altamente humectante. Además, en aromaterapia se asocia el potente olor de la lavanda con la relajación muscular y la conciliación del sueño.
Este jabón es ideal para tus duchas de antes de dormir.